Análisis de Lost Planet 2 – PC, PS3, Xbox 360
Capcom PC PlayStation3 Xbox 360
Eso de colonizar planetas desconocidos es una tarea titánica: que si líate a explorar en busca de alguno medianamente habitable, que si ponte a andar de sol a sol con la nieve cubriéndote hasta la cadera, que si ve con cuidado porque en cualquier rincón podría haber un bicho carnívoro de una raza hasta ahora desconocida listo para pegarte un buen bocado … Vamos, tan bonito y entretenido que hasta apetece repetir la experiencia ¿verdad? Ah, ¿que dices que sí? Pues nada, ya que te vemos tan entusiasta con el tema, te va a tocar patearte de nuevo el mismo planeta pero por zonas que todavía no conocías y que están repletitas de enemigos. ¡Si es que sabemos lo mucho que te gusta meterte en líos!
¿CON MUCHO O POCO HIELO?
La historia del primer Lost Planet nos presentaba un planeta bautizado como E.D.N. III. NEVEC. Una megacorporación interestelar, intentaba lanzarse a la ardua tarea de colonizarlo a pesar del frío intenso y la nieve perpetua que cubría su superficie. La idea era crear un nuevo hogar para la humanidad después de que el planeta Tierra quedara completamente inservible por culpa de la contaminación. Por si la cosa no estaba ya lo suficientemente complicada, se descubrió una especie local llamada Akrid que atacaba indiscriminadamente a los humanos, causando que NEVEC se olvidara temporalmente de colonizar E.D.N. III.
Nosotros formábamos parte de un grupo de “Piratas de Nieve”, unos nómadas que se enfrentaba a la colonización capitalista y dictatorial que NEVEC tenía en mente para este nuevo planeta y que, probablemente, acabaría con E.D.N. III en el mismo estado que la Tierra en unos pocos años. Al mismo tiempo, nos enfrentábamos a la amenaza que suponía el ataque de los Akrid para los grupos de humanos que decidieron vivir en la superficie. Diez años han pasado desde los acontecimientos del título original. Ahora tomaremos parte en una guerra civil por controlar el T-ENG (termal engine), la sustancia que nos da calor, vida y energía. Sólo que el planeta ya no es como lo conocíamos: el clima ha empezado a cambiar y la nieve ha dado paso a amplias zonas de jungla donde enfrentarse a los ahora más fuertes Akrid será aún más complicado. Y, para variar, nos meteremos en la piel de varias facciones diferentes.
¡AL ATAQUE, MIS PIRATAS!
Comenzamos la historia con una breve misión a modo de prólogo en la que, como “Pirata de Nieve”, volvemos a combatir contra los Akrid en una zona nevada. En un primer momento nos sentimos de nuevo como si hubiéramos vuelto al primer Lost Planet, sólo que con mejor apartado gráfico. Pero no podíamos estar más equivocados. El contrapunto llega al superar el prólogo y disfrutar de la secuencia de introducción en la que descubrimos el nuevo mundo que se escondía bajo la nieve que anteriormente cubría la superficie: toda una espesa jungla con enormes ríos, relieves… y Akrid más poderosos.
El nuevo entorno nos da todavía más posibilidades que en la entrega anterior, además de dar mayor variedad a los escenarios. En la jungla nos encontramos con grandes desniveles, ríos, pasos estrechos, rutas secundarias que pasan casi desapercibidas… Todo un mundo rebosante de vida que antes estaba completamente oculto por la nieve. Pero ojo, esto también significa que los Akrid también tienen más sitios donde prepararnos una emboscada. Menos mal que el armamento está al nivel esperado para hacer frente a las hordas de enemigos que se cruzarán en nuestro camino: tenemos a nuestro alcance rifles de asalto, francotirador, escopetas y lanzamisiles entre otras armas. Eso sin olvidarnos de los VS, una especie de “mechas” (robots) bípedos armados que podemos pilotar para liarla parda.
ENCIENDE LA ESTUFA, QUE HACE FRÍO
A pesar del cambio de clima tan radical con respecto al primer juego, el uso de T-ENG será todavía vital, literalmente hablando. El T-ENG nos sirve para regenerar la vida que hayamos perdido, tanto automáticamente (a un nivel muy lento) como pulsando start (mucho más rápido pero consumiendo una mayor cantidad del fluido). Esto quiere decir que, si no queremos morir, tenemos que recoger todo el T-ENG que encontremos por los escenarios, fundamentalmente el que dejan “caer” los Akrid una vez los hemos eliminado. Pero… ¿y si se nos acaba? ¿O si no somos lo suficientemente rápidos como para pulsar start en una situación crítica y nos terminan matando? Pues nos tocará regenerarnos.
Los niveles de Lost Planet 2 están divididos por mapas de duración media conectados entre sí por breves puntos de carga en los que valoran nuestra actuación y, de paso, sirven como “checkpoints”. Pero ello no quiere decir que no resulte tedioso volver a empezar de cero en el más que posible caso de que cometamos un error y nos maten. Menos mal que los chicos de Capcom han pensado en todo y han dispuesto una serie de balizas a lo largo de cada mapa que podemos activar para, en primer lugar, servir de checkpoint y además servir de sonda para darnos una imagen con el mapa de la zona en pantalla. Muy útiles, vamos. Así podremos reaparecer en cualquiera de las que hayamos activado previamente en ese mismo mapa.
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